El jaque mate de Jerry Nadler: si su llamada fue “perfecta”, ¿por qué no participa?
Donald Trump y sus secuaces republicanos del Congreso han querido hacer del hecho que al presidente no se le permitió que sus propios abogados participaran en la primera fase de la investigación de destitución de la Cámara realizada por el Comité de Inteligencia, una parte central de sus acusaciones de ilegitimidad de la investigación, a pesar de saber que dicha representación generalmente se da una vez que los procedimientos llegan a la fase de juicio en el Senado.
Sin embargo, después que el presidente del Comité Judicial de la Cámara de Representantes, Jerry Nadler (D-NY), le ofreció al presidente y a sus abogados la oportunidad de comparecer en la primera audiencia pública realizada por su comité, Trump se negó a participar después de todo, diciendo que las audiencias no tienen “ninguna semejanza a un proceso justo” en una carta del abogado de la Casa Blanca Pat Cipollone al representante Nadler.
“No se puede esperar que participemos en una audiencia cuando los testigos aún no se han nombrado y no está claro si el Comité Judicial le otorgará al presidente un proceso justo a través de audiencias adicionales”, escribió Cipollone en una carta dirigida al presidente del Comité Judicial, alegando que “una invitación a una discusión académica” no le proporcionaría a Trump el proceso imparcial que él busca.
Dado que el presidente ha pasado la mayor parte del tiempo desde que las audiencias de juicio político comenzaron aduciendo que todo el proceso es una “cacería de brujas” partidista e insultando a los demócratas que las presidieron, no es sorprendente que ahora Trump se retracte de su supuesto deseo de participar durante las audiencias de la Cámara.
Después de haber cumplido las demandas iniciales de la Casa Blanca, el presidente del Comité Judicial de la Cámara de Representantes, Jerry Nadler, respondió a la carta de Cipollone esta mañana con una declaración fulminante en respuesta a la abrupta revocación de Trump.
“Anoche, el presidente y su abogado rechazaron nuestra invitación para participar en la audiencia del miércoles. Su respuesta es lamentable porque permitir que el presidente participe ha sido una prioridad para la Cámara desde el principio. Es por lo que la Cámara incluyó la oportunidad de participar en H. Res. 660”, escribió el presidente Nadler.
“El pueblo estadounidense merece transparencia”, continuó. “Si el presidente cree que la llamada fue ‘perfecta’ y no hay nada que ocultar, entonces entregaría todos los documentos solicitados por el Congreso, permitiría que los testigos testificaran en lugar de bloquear el testimonio con reclamos de privilegios sin fundamento y proporcionaría cualquier información que refute la abrumadora evidencia de su abuso de poder”, señaló.
Las tácticas evasivas de Trump son tan transparentes como siempre, exigiendo representación en las audiencias y luego encontrando excusas pobres para no aparecer en un foro donde sus mentiras estarán bajo juramento.
Al negarse a participar, el presidente puede continuar criticando los procedimientos como ilegítimos sin proporcionar ningún testimonio personal o permitir que sus asistentes de la Casa Blanca den sus propias cuentas de primera mano sobre los eventos relacionados con la congelación de ayuda militar para Ucrania que ya había autorizado el congreso solo por beneficio político de Trump.
Cuando todos los hechos van en contra de Trump, la acción evasiva es una de las únicas herramientas que quedan en su bolsa de trucos sucios. La otra es la distracción y, con Trump yendo a reunirse con nuestros aliados de la OTAN esta semana, no se sorprendan si hace algún truco para desviar la atención pública de la última ronda de testimonios incriminatorios en la Cámara de Representantes.
Traducción y adaptación por: María Isabel Amaya
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Original reporting by Emily Cochrane and at The New York Times.
